MOTRICIDAD GRUESA EN EL NIÑO
Para describir el desarrollo del movimiento del recién nacido se divide en motricidad gruesa y motricidad fina. El área motricidad gruesa tiene que ver con los cambios de posición del cuerpo y la capacidad de mantener el equilibrio. La motricidad fina se relaciona con los movimientos finos coordinados entre ojos y manos. Se define motricidad gruesa como la habilidad que el niño va adquiriendo, para mover armoniosamente los músculos de su cuerpo, y mantener el equilibrio, además de adquirir agilidad, fuerza y velocidad en sus movimientos. El ritmo de evolución varia de un sujeto a otro (pero siempre entre unos parámetros), de acuerdo con la madurez del sistema nervioso, su carga genética, su temperamento básico y la estimulación ambiental. Este desarrollo va en dirección céfalo-caudal es decir primero cuello, continua con el tronco, sigue con la cadera y termina con las piernas.
Se considera dentro de los parámetros naturales:
- El control cefálico a los 2 meses.
- Sedestación a las 6 meses.
- Gateo a las 9 meses, aunque no siempre se gatea antes de andar.
- Bipedestación a las 10 meses.
- Deambulación a las 12 meses.
Debemos alarmarnos cuando:
- No control cefálico a las 4 meses
- No sedestación a las 9 meses
- No marcha a las 18 meses.
Copiado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Motricidad_gruesa